El pasado martes, 12 de marzo, tuvieron lugar dos aniversarios.

El primero, y como sabrás, es el de internet, que ha cumplido 30 añitos.

En realidad los ha cumplido las web (world wide web) que nos permite acceder y conectar todo el contenido que hay en internet.

El segundo, es el de mis 15 años viviendo en Madrid.

Madre mía, todo lo que ha ocurrido en mi vida desde que aterricé en Madrid, y en la vida en general desde que apareciera internet y las webs.

Mis aspiraciones, valores, gustos, intereses, prioridades… han cambiado, y mucho.

Algunas se han mantenido, otras han ido mutando y también han nacido nuevas.

Desde luego lo que sí ha cambiado es la forma de entenderme y tratarme a mí misma, y la forma de querer vivir esta vida.

Por su parte internet ha evolucionado a un ritmo impensable en su día, y que parece imparable.

Ha modificado radicalmente la forma de comunicarnos, de socializar, de viajar, de comprar, de informarnos, educarnos y también de trabajar.

No sólo hablo del “teletrabajo”, que ya es una revolución.

Hablo de las nuevas formas que permite para desarrollar profesiones de toda la vida: como la formación, la prestación de servicios, venta de productos…

Y de todas las nuevas profesiones que ha creado y sigue creando cada día: blogger, community manager, experto es SEO, humanista digital…

Pero como toda herramienta, tienes sus ventajas y también sus riesgos.

Es una herramienta que nos permite estar cerca cuando estamos lejos, y que puede alejarnos estando cerca.

Que nos permite acceder a información que de otra manera no sería posible, o sí…

Que nos permite ahorrar tiempo, y también perderlo.

Después de estos 30 años del famoso www. y de mis 15 lejos de mi familia, tengo (al menos) dos cosas claras:

1. Que la vida está ahí fuera, e internet no es un lugar donde habitar:

Las vida ocurre en la calle, en su gente, en las ciudades, en los parques, en los aviones, en una cafetería, en una exposición…

2. Que tienes un cuerpo físico sensorial y emocional para experimentarte a ti misma y a todo ese mundo:

La vida ocurre en ti.

¿Muy obvio? No estoy tan segura.

Según a Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías.

En España, se calcula que entre un 6 y un 9 por ciento de los usuarios habituales de Internet podría haber desarrollado algún comportamiento adictivo.

Parece que estoy haciendo un alegato contra internet. Y nada de eso.

Internet es una herramienta imprescindible hoy en día, y de una grandísima utilidad.

Yo tengo el modelo de negocio y la vida que quiero gracias a  que existe internet.

Y te preguntarás:

Bueno y todo esto ¿qué tiene que ver conmigo?

Pues que es muy probable (y corrígeme si me equivoco) que tú, que estás buscando darle un nuevo rumbo a tu vida y reinventarte, pases muchas horas mirando a otras personas en internet, buscando información y respuestas.

Es muy normal. Quieres y necesitas información.

¿Cuál es el problema?

Que estás expuesta a tanta información, tienes tanto ruido en tu cabeza, que cada día tienes menos claro hacia donde quieres ir, qué quieres realmente, quién eres.

Buscas tan desesperadamente respuestas que te pierdes en un laberinto de opciones, opiniones y experiencias que no son las tuyas.

Internet nos ofrece posibilidades maravillosas, pero tus respuestas no están ahí.

Para acceder a ella tienes que primero ponerte en contacto contigo: experiméntate y conócete. 

Cuáles son tus valores, tus prioridades, tu pilares, tus aspiraciones…

Qué es importante para ti, qué vida quieres vivir…

Si no haces este trabajo previo te aseguro que seguirás en este bucle que no para, dando palos de ciego y apagándote un poquito más cada día.

Sólo tú tienes las respuestas: están todas dentro de ti.

Y ya después, con las cosas claras, podrás salir al mundo para seguir creciendo y hacer que lo que sueñas ocurra.

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Un abrazo!