cambiar de trabajo

CAMBIAR DE TRABAJO. POR DÓNDE EMPEZAR

Si estás leyendo un artículo sobre por dónde empezar para cambiar de trabajo seguramente es porque llevas tiempo con la certeza de que el lugar en el que estás no es en el que te quieres quedar.

Quizás ya hayas intentado hacer algunas cosas, ojeado alguna opción, sobre todo en momentos en los que creías que ya no podías más. 

Pero luego el miedo, y que las aguas se hayan calmado, han hecho que a día de hoy sigas más o menos igual.

Con ese runrún interno ahí, recordándote que ese no es tu lugar, que te falta o falla algo.

En este artículo te voy a contar cuales son los primeros pasos que debes dar para empezar a materializar eso que no te atreves a hacer.

El primer paso se trata de comprender que que durante el proceso de aprendizaje, y para que este ocurra, deberemos convivir con estas tres sensaciones:

  1. sensación de ignorancia
  2. sensación de confusión
  3. sensación de sobrecarga

¿Y por qué? Por la sencilla razón de que están ahí por y para algo.

Esas sensaciones tan incómodas son las que nos impulsarán a movernos en la dirección necesaria, precisamente para poder volver a una zona en la que estemos cómodos.

Así, la ignorancia nos ayudará a detectar eso que no sabemos, y que es un área de desarrollo, 

La confusión nos impulsará a buscar claridad, 

y la sobrecarga nos exigirá dar estructura para poder comprenderlo y aprenderlo.

El problema ocurre cuando dejas que el miedo y la tendencia a ignorar, evitar o adormecer estos “malsentires” se adueñen de tu situación, y en última instancia de tu vida.

El resultado (aunque tú sabes muy bien cuál es) es que te quedas en una zona en la que supuestamente estás “a salvo”.

“A salvo” con ese vacío, angustia, tristeza, frustración y ansiedad pidiéndote a gritos que cambies algo, mientras tú intentas convencerte de que puedes aguantar un poco más porque la cosa está complicada ahí fuera.

Estamos de acuerdo que en este punto la famosa zona de confort no es precisamente muy cómoda. Pero ahí sigues.

¿Por qué? 

Porque el ser humano tiene una enorme capacidad de adaptarse al medio y a los cambios. Y así vas ensanchando tus limites de lo que consideras aceptable.

También porque no todo es malo o bueno. Ni todo el rato. Afortunadamente. Así que depende del momento darás importancia, valor y prioridad a unas cosas y en otros momentos a otras.

Lo importante aquí si de verdad quieres cambiar de trabajo o profesión es no ser cortoplacista, y proyectar hacia el futuro tu situación actual, y lo que realmente quieres.

Además recuerda que esta capacidad de adaptación y cambio también la puedes usar a favor de tu desarrollo, en vez de para alimentar tus miedo. Funciona exactamente igual.

Lo segundo que debes hacer es aceptar que nunca va a ser el momento perfecto.

Una de la razones principales que te mantienen bloqueada es tu miedo. 

Todo eso de lo que hablábamos en el primer punto sobre mantenerte segura y a salvo.

El miedo tiene esa función, y si no sabes usarlo te paralizará en vez de ayudarte a tener un desarrollo seguro.

Precisamente por esto, por su función, tu miedo nunca va a desaparecer

Y por lo tanto siempre vas a encontrar algún argumento para quedarte como dando vueltas una y otra vez y llegando siempre al mismo punto.

No existe el momento perfecto. Pero esto ya lo sabes. 

Si quieres empezar tu cambio profesional empieza a mirar el calendario y decide cuál va a ser el primer día para empezar a materializarlo.

El día que cuando mires atrás digas “todo esto empezó hace…”

El tercer punto es un ejercicio.

Quiero que pienses cuántos años de trabajo te quedan por delante. 30, 25, 15..?

Ahora piensa en seguir esos años tal y como estás ahora.

Elige un “día tipo” de tu semana y visualízate durante 30, 25 o 15 años de tu vida teniendo ese día.

Levantarte con esa sensación, hacer ese recorrido hasta el trabajo, tener esa reunión, esos pensamientos y sensaciones internas que te repites a ti misma… y esto cada día, uno tras otro en los próximos años.

¿Cómo te sientes? ¿Qué piensas? ¿Cómo te sientes respecto a lo que piensas?

Ahora sitúate justo al final de tu vida. Estás en tus últimos instantes de vida y haces un repaso a lo que ha sido tu vida.

¿Qué crees que pensarías?¿hay algo que se te ha quedado por hacer o te hubiera gustado hacer en relación a tu desarrollo profesional?

Ya sé en más de una ocasión habrás tenido pensamientos y emociones de este tipo, pero la diferencia es que no has hecho nada con ellas.

Lo has pensado, te has sentido mal, te ha dado ansiedad y angustia y ¿qué has hecho? 

Responde a la pregunta: ¿Qué haces cuando este tipo de pensamientos y emociones te invaden por dentro?

Irte a dar una vuelta, ir a tomar algo, ver la tele, hacer deporte…en resumen, de todo menos hacer algo al respecto.

Las emociones y los pensamientos son pasajeros. Se van. Pero tu esencia permanece.

Tu yo más interno es lo que único que sí permanece, y cuando esos pensamientos y emociones nacen de una necesidad de tu esencia volverán a aparecer una y otra vez.

No los ignores, no los acalles mirando para otro lado. Préstales la atención que necesitan para moverte en la dirección que realmente cumplirá con tu cometido.

Solo así desaparecerán pues habrán cumplido su función.

Por último, un error y una clave para que salgas de tu bloqueo y pases a la acción.

No quieras llegar mañana al último paso del camino.

Quizás la teoría te parece una obviedad, pero la práctica es bien distinta.

Piensas en cambiar de trabajo o de profesión y ya estás pensando en dejar tu trabajo actual, en no tener ingresos, en no encontrar otro trabajo, en no averiguar qué quieres y/o puedes hacer.

Así para empezar te estás yendo demasiado lejos.

Está claro que ahora mismo sabes que pueden surgir diferentes asuntos que tendrás que ir resolviendo. Pero hoy, y desde tu silla no vas a resolver ninguno.

Y esos nervios en tu estomago o en el pecho cuando piensas en todos ellos lo que te están haciendo es activarte.

Usa esa activación para desgranar tu plan desde el ahora. 

Define los pasos que te ayudarán a avanzar hacia tu objetivo, incluye las dificultades que ahora crees podrías encontrar y opciones para poder resolverlas.

Decide tu siguiente paso y detalla qué tienes que hacer , y ¡ ve a por él! Después el siguiente y así uno detrás de otro.

Sé consciente de que ahora mismo ni puedes ni necesitas tener todas las respuestas.

Y para terminar y si todavía no estás decidida a ponerte en acción pregúntate:

¿Qué tendría que ocurrir o cambiar para hacerlo?

Detecta tu resistencia y trabaja en ella.

Hoy tengo un regalo para ti que te va ayudar muchísimo.

Es una guía en la que te hablo de los 3 MIEDOS que te impiden conseguir un trabajo que te haga feliz, y cómo usarlos a tu favor.

¡Te espero dentro!

Si te ha gustado el artículo recuerda que puedes compartirlo con aquellas personas para las que crees que podrá ser de ayuda 🙂

Descubre cómo puedo ayudarte aquí.

Sobre el Autor

8 Comentarios
  • Laura
    Publicado a las 12:49h, 28 noviembre Responder

    Hola,

    Me ha gustado tu artículo y entiendo y comprendo todo lo que dices. Sin embargo, yo que me encuentro justo en esa situación, me planteo: sé a lo que me quiere dedicar, además tengo hasta dos caminos posibles para seguir al dejar mi trabajo, tengo los estudios, no tengo la experiencia por supuesto. Pero no puedo dejar de pensar en el verme sin trabajo, sin dinero y sin que me llamen.
    He intentado buscar trabajo antes de dejar el actual, pero no me llaman… ante eso cómo puedo dar pasos… No sé, lo veo más complejo.

    Un saludo!

  • Olaia Calvo
    Publicado a las 19:50h, 28 noviembre Responder

    Hola Laura,

    Muchas gracias por tu comentario.
    Esos miedo que me comentas, y que incluyo en el artículo, no hay que anularlos, ni tampoco dejar que te bloqueen y paralicen. Tienen que estar ahí para ayudarte a crear, y digo crear no encontrar, una solución segura a tu situación.
    En tu caso en concreto habría que ver qué es lo que está faltando o cómo estás haciendo esa búsqueda. A veces nos empeñamos en que el cambio debe tener una forma determinada, y no encontrarla es muy frustrante. Habría que ver y ampliar todas las opciones, detectar qué es lo que no está encajando en tu búsqueda y como hacer una transición segura y planificada teniendo en cuenta tu necesidad de recursos y situación.
    Habitualmente lo que imaginamos suele ser el peor escenario, y casi nunca, por no decir nunca, ocurre de esa manera.
    Habrá posibilidad de que ocurran cosas buenas y cosas no tan buenas y todas deben estar incluidas en el plan para poder dar respuesta a ellas, y utilizarlas para avanzar.
    No sé en qué ciudad estás pero en el mes de diciembre estaré impartiendo un taller en Madrid para la plenitud laboral en el que trabajaremos habilidades, talentos, fortalezas y debilidades para poder trazar un plan de acción para el cambio profesional. Si te interesa puedes ponerte en contacto conmigo. Igualmente si te apetece que hablemos un poco más del tema te invito a que solicites una sesión estratégica gratuita en la que puedo ver con más detalle tu situación y ayudarte a establecer el siguiente paso.
    Gracias de nuevo por tu comentario.
    Un abrazo,

  • Virginia
    Publicado a las 18:07h, 29 noviembre Responder

    Camiar de trabajo.
    Siempre nos da miedo el cambio preferimos la comodidad a pesar de estar a disgusto que enfrentarnos a algo que desconocemos.
    Muy recomendables los primeros pasos que debes dar para empezar a materializar eso que no te atreves a hacer.
    Un abrazo Olaia

  • Gabriela
    Publicado a las 09:10h, 03 diciembre Responder

    Hola Olaia!
    Cambiar de trabajo es algo que a todos nos genera estrés más aun cuando estamos queriendo cambiar de trabajo porque no nos gusta el actual. En este caso yo soy una experta antes de reinventarme en el mundo online y vivir viajando paraba cambiando de trabajo buscando siempre el que me de mayor salario pero no por ende mayor felicidad, por supuesto me cansaba rápido y esto hacia que pierda la motivación de levantarme cada mañana con felicidad.
    Al final aprendí que por muchos miedos que tengamos si realmente no somos felices con lo que hacemos cambiar de trabajo no debe ser algo que nos cueste tanto, creo que los pasos que das son claves en nuestro caso siempre buscamos datos objetivos (ejemplo si tengo una hipoteca ahorros o no para así ver cuando tiempo podría estar sin trabajo mientras busco otro) sacar conclusiones con estos datos objetivos y por supuesto tomar la decisión que más se alinee a nuestra misión de vida.
    Un abrazo

  • Alexandra
    Publicado a las 22:12h, 03 diciembre Responder

    Los cambios siempre producen miedo e incertidumbre en la vida. A veces no nos movemos al cambio porqué queremos conocer los resultados antes de dar ese paso.
    Ne gustó mucho el post…

  • Pingback:PASOS PARA MATERIALIZAR UN CAMBIO PROFESIONAL - Olaia Calvo
    Publicado a las 08:03h, 05 diciembre Responder

    […] Lo puedes leer aquí. […]

  • Cristina Piriz
    Publicado a las 08:42h, 10 diciembre Responder

    Hola Olaia,
    Mi vida ha sido tan caótica que cambiar de trabajo ha sido uan constante en mi vida. He cambiado mucho de país, de ciudad, de intereses, asíq ue me he probado mucho y he sido capaz de hacer trabajos muy diferentes. Cuando iba a las entrevistas de trabajo me preguntaban el por qué y lo enfocaban como algo negativo. Para mí está claro que tiene una gran parte positiva, porque he aprendido muchísimo y puedo crear conexiones entre cosas con una habilidad diferente 🙂 Un saludo,
    Cristina

  • Milagros
    Publicado a las 13:03h, 12 diciembre Responder

    Qué way lo tomaré en cuenta

Escribe un comentario